miércoles, enero 18, 2017

Endorfina Fácil

Una de las actividades más recurrentes de los santiaguinos para relajarse es ir a pasear al mall, Miles de familias, junto con coches y niños aburridos, deambulan los grandes pasillos de los paraísos comerciales. Mas paseo que compra, caminan recorriendo  por horas el centro comercial.
Por mucho tiempo ctiriqué este comportamiento. Repetía frases como "no tienen nada mejor que hacer"o "Por qué mejor no van a un parque o al teatro?".

Pero hoy pensé que estaba profundamente equivocado.

Yo mismo me paso horas nevegando por internet, chateando,facebook, instagram, etc, Seguro que aquí alguien pensará "pero son dos cosas totalmente distintas".

No lo sé. Quizás son dos modos para lograr el mismo objetivo, que es es colocar el cerebro en modo "hibernación".

Quizás no sea muy distinto consumir toneladas de información irrelevante, o mirar productos por una vitrina. Ambas actividades son pasivas, fáciles de realizar y adictivas. Incluso un defensor del shopping podría argumentar que al menos en esa actividad se camina.

El punto es que de alguna forma, el nuevo video subido a youtube, o las nuevas zapatillas en la vitrina, cumplen la misma función: estimular nuestras neuronas con algo novedoso y llamativo. Quizás eso genera algún tipo de endorfina, así como cuando probamos azúcar.

Quizás no nos damos cuenta y esa conducta se transforma en un hábito. Y eso no tiene nada de malo. Todos necesitamos relejarnos. El punto es que vamos a hacer cuando ni el facebook, ni el instagram, ni el shopping, ni la comida, nos calman por mucho tiempo. Qué pasa cuando ya nos apestan las redes sociales o el mall, pero lo hacemos porque "es lo que hay".

Ahi sentimos un malestar ligero, pero permanente, y aprendemos a vivir con ella. No nos parece atractivo para nada la idea, de que podemos realmente disfrutar y relajarnos cuando aprendemos algo distinto, y no sólo recibimos información pasivamente. Pero romper hábitos require  más de lo que estamos dispuesto a sacrificar. Menos cuánto se trata de mis sagradas dosis de endorfinas fáciles.